martes, 31 de mayo de 2011

El perdón, cinco minutos antes de la muerte.

Un avión cae y se hunde en el mar cerca de la costa y mueren ciento cincuenta personas que estaban a bordo. Una mujer madura, periodista de un diario de la zona, que escribe una columna sobre la actualidad, frustrada por no querer caer en la noticia fácil, encuentra al día siguiente, entre las rocas, una bolsa plástica con una nota que parece pertenecer a los restos del avión hundido.
Ese hecho fortuito le da la oportunidad de volcar en sus notas la búsqueda del destinatario y de convertirse en un éxito editorial.
Por supuesto la protagonista no puede evitar que los grandes medios quieran apropiarse de la noticia, sin embargo, como ella no ha dado a conocer el contenido del mensaje, está determinada a llevar sola esa responsabilidad y manejarlo sin hacer uso del circo mediático.
Este es el tema de una película que proyectaron anoche en un canal de cable que inspira preguntas filosóficas.
¿Qué harímos los últimos cinco minutos de nuestra existencia estando plenamente lúcidos frente a una situación de muerte trágica inminente?
Durante el atentado de las torres gemelas, muchas víctimas que sabían que iban a morir utilizaron sus celulares para hablar con sus familiares, mientras otros se tiraron de las ventanas temiendo más a la angustiosa espera que a la misma muerte.
Ese instante de plena conciencia infinitamente largo y a la vez corto puede servir para ayudar a los deudos a hacer el duelo, para reconciliarse con los seres queridos que se han distanciado, para resolver enigmas, para despedirse, para aprender, y en este caso particular, para producir un milagro en la ficción.
La columnista comienza la búsqueda del posible destinatario de la breve esquela que está dirigida a “T”, y firmada con la palabra “Papá”, únicos indicios para iniciar una investigación en el vasto universo de familiares de las víctimas cuyos nombres empezaban con esa letra.
El peregrinaje a través de los eventuales dueños de la misiva, dio un resultado inesperado, porque aún en aquellos que no tenían vinculación alguna con la víctima, el contenido del mensaje tuvo una repercusión en sus vidas.
¿Porque quién es el que en su vida no ha ofendido a su padre y no desee ser perdonado si él muriera?
¿Quién es el que no se sentiría feliz de interpretar como propio un mensaje del más allá encontrado en forma tan extraña?
¿Quién no aprovecharía para hacer las paces con quien se ha ido dejando conciencias intranquilas?
El que no ha perdido a un ser querido que ha ofendido se da cuenta que todavía está a tiempo para reparar errores, para pedir perdón o para reconciliarse si han estado distanciados.
Finalmente el mensaje fue recibido por quien correspondía produciéndose el milagro de resolver los conflictos antiguos de la periodista, que vivía con su propia sombra que la torturaba.
Una vez, hace muchos años, recibí una carta de una persona fallecida. Cuando llegó por correo, esa persona yacía enterrada desde hacía dos días.
Me contaba sus cosas de todos los días y también los proyectos que tenía. Me sentí impresionada, como si aún se estuviera comunicando conmigo desde arriba.
Siempre nos sentimos culpables por alguna cosa, por una palabra, o un olvido, una forma de pensar diferente o cualquier otra cosa intrascendente.
No esperemos a que la gente muera para ser gentiles y demostrarles nuestro afecto, hoy es más tarde de lo que creemos.




Pedro Sergiani-

jueves, 26 de mayo de 2011

¿Quien soy?

¿Te haz preguntado quien eres? 

Seguramente a esta pregunta haz respondido con tu nombre y apellido, o incluso tu edad. Sin embargo esta cuestión todavía no ha sido respondida. 

Eres más que un nombre y un apellido. Eres una persona con inteligencia para razonar y reflexionar verdaderamente esta cuestión. 

Mírate al espejo y frente a tu propio reflejo pregúntate ¿quien soy? y encuentra en ti la respuesta. 
                                             
           Clara Campero

martes, 24 de mayo de 2011

 “Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú.”(Richard BACH)

“Lo que absolutamente es, es incognoscible; lo que no es, de ninguna manera es cognoscible.”(PLATÓN)


“La verdadera relación entre el pensar y el ser es ésta: el ser es sujeto y el pensar predicado. El pensar proviene del ser, no el ser del pensar.”(HEGEL)


“Todo lo real es racional, todo lo racional es real.”(HEGEL)


"La mentira es un triste sustituto de la verdad, pero es el único que se ha descubierto hasta ahora"(HUBBARD)

“El ser humano es una pasión inútil.”(SARTRE)


“Cuando digo que un pensamiento mio existe, no entiendo por su existencia un “estar ahí”, sino al revés: mi pensamiento existe cuando me doy cuenta de él, es decir, cuando lo pienso.” (ORTEGA Y GASSET)


"Nada es veneno, y todo es veneno; la diferencia está en la dosis." (T.BOMPART)


“Para que exista un pensamiento mío basta con que yo piense que lo pienso.(ORTEGA Y GASSET)


“El pensamiento es la única cosa del universo que no se puede negar porque negar es pensar”(ORTEGA Y GASSET)


“No estamos dentro del tiempo sino que somos parte del tiempo”(ORTEGA Y GASSET)


Cintia G.

sábado, 21 de mayo de 2011

Haz de ti filosofía

Haz de ti filosofía

Día a día nuevas preguntas, 
día a día nuevo intento de saber más.
No se estudia filosofía 
se la aprende al realizar. 

Conócete a ti mismo
no pierdas el deseo de saber más,
pues no es filosofo quien estudia
sino quien la aplica sin cesar. 

Mira a tu alrededor y contempla,
mira y comienza a pensar.
No tengas miedo a filosofar
no tengas miedo a saber más.

Conócete a ti mismo
no pierdas el deseo de saber más,
pues no es filosofo quien estudia
sino quien la aplica sin cesar.

                                             Clara Campero

miércoles, 18 de mayo de 2011

“Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento.” (Voltaire, escritor francés.) 


"Nunca me enfado por lo que la gente me pide sino por lo que me niega.” (Antonio Cánovas del Castillo, político español)


Las pasiones engendran a menudo otras que son sus contrarias: la avaricia produce a veces la prodigalidad, y la prodigalidad la avaricia; a menudo somos firmes por ser débiles, y audaces por cobardía.
François De La Rochefoucauld 


maca miranda (:

martes, 17 de mayo de 2011

Actividad I

¿Que es para vos la filosofia?


La filosofía es una forma de examinar la vida, una forma de responderse o al menos, formularse interrogantes sobre el mundo y sobre nosotros. Anónimo


La filosofía es el interrogante que hace a la persona. Es sentir la necesidad del conocimiento, es la ciencia que hace al pensamiento humanoAnónimo


La filosofía son los primeros filósofos que tratan de explicar lo entendido. Anónimo


Filosofía: es ir más allá de lo que vemos, es una nueva forma de pensar y ver las cosasAnónimo


Filosofía: Yo creo nque la filosofía es lo que nosotros entendemos como saber. Es decir, es la palabra, es el conocimiento sobre un tema y varios. Anónimo


Entiendo como filosofía al estudio del hombre y su entorno; tanto neutral (cosmos) como lo que él mismo ha creado por su inteligencia humana. Anónimo


La filosofía es el concepto de ser y saber. Anónimo


Para mi la filosofía es abrirse a nuevos pensamientos y a verse a si mismo, en su interior. Es una forma de pensar que lleva su tiempo. Anónimo


La filosofía para mí es pensar en lo que puede ser o dejar de ser algo. Anónimo


La filosofía es el conocmiento de todo el mundo. (Todo lo que es o lo que existe) Anónimo


La filosofía es buscar el significado más allá de lo que vemos. Es la manera de entender las cosas pero desde otro punto de vista. Anónimo


La filosofía es saber sobre lo desconocido. Es poder descubrirse hacia si mismo. La filosofía es la ciencia hacia lo desconocido. Anónimo

CuartoFilosófico.

lunes, 9 de mayo de 2011

Los filosófos Presocráticos

 Los primeros filósofos tratan de establecer un principio originario del cual procede toda la realidad. A este sustrato último, origen y causa del cosmos y elemento constitutivo de todos los seres que componen la fisis o naturaleza, lo denominan arjé.
 Las respuestas a la pregunta sobre el arjé fueron diversas: monistas y pluralistas, materialistas y espiritualistas, concretas y abstractas. Los principales filósofos presocráticos son:
 Tales de Mileto (640-545 a.C).- Es considerado como el primero de los filósofos. Para Tales, el arjé es el agua, principio de vida y elemento originario que se encuentra en todos los seres naturales.
 Anaximandro (610-545 a.C).- El arjé es un principio eterno de carácter inmaterial, indefinido, abstracto, denominado apeiron, que se traduce por “lo indeterminado”.
 Anaxímenes.- Vuelve a instaurar un sustrato material, el aire, principio vital y originario del cosmos. Mediante dos procesos opuestos (condensación o espesamiento y rarefacción o adelgazamiento) se constituyen todos los elementos: roca, tierra, agua, nubes, aire, fuego.
 Pitágoras ( Hacia 530 a.C).- Formó una escuela centrada fundamentalmente en la investigación matemática. Los pitagóricos consideraron que el arjé no es un sustrato de carácter material, ni tampoco indeterminado o indefinido, sino que se trata de un principio formal abstracto: el número. Todos los seres se reducen a números, y todo el conjunto de la fisis se compone en última instancia de números, los cuales explican toda la realidad.
Anaxágoras (500-428 a.C).- Propone un arjé de tipo espiritual. El orden está presidido por el nous (entendimiento, razón), que domina toda la naturaleza, la cual está compuesta de pequeñísimas partículas elementales (homeomerías), que en un principio se encontraban dispersas, mezcladas caóticamente, hasta que fueron ordenadas por la fuerza exterior y suprema del nous o inteligencia ordenadora, que imprimió a la materia caótica y eterna un movimiento de remolino, quedando formado el cosmos.
 Leucipo y Demócrito (460-370 a.C).- La naturaleza se encuentra formada por un número infinito de elementos ínfimos e indivisibles, llamados átomos, que constituyen el arjé y que se mueven eternamente en el vacío. Los átomos presentan diversas formas, y de su combinación surge la pluralidad.
 Empédocles ( 490-430 a.C).- El arjé lo constituyen los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego; también llamado apeiron.

Pedro Sergiani

Quizás sea tiempo de reflexionar.

  
"El carácter del hombre es su destino"- Heráclito
 
"La imaginación es más importante que el conocimiento" -Albert Einstein

 "La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda" - Voltaire   

"El hombre no vive, sino que dirige su vida" -Arnold Gehlen 

 "Es duro caer, pero es peor todavía no haber intentado subir" -Theodor Roosvelt 

 "Mientras los sabios piensan, los necios gobiernan
 
"La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia".

 "Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres." Rabindranath Tagore  

"Cometer un error y no corregirlo es otro error." -Confucio

"Deben filosofar tanto el joven como el viejo; éste para que, en su vejez, rejuvenezca en los bienes por la alegría de lo vivido; aquél, para que sea joven y viejo al mismo tiempo por su intrepidez frente al futuro.." -Epicuro.


Cintia G.   :D

martes, 3 de mayo de 2011

¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿Qué espero de mi? ...


''Estas son las preguntas con las que nos enfrentamos al comienzo de esta ruta. Al recorrerla debemos intentar llegar por nosotros mismos a las respuestas"...
María Mauri                                                                                                                                                 

Filosofando


¿QUÉ ES FILOSOFAR?
Etienne Gilson

¿Filosofar? Filosofar... es buscar la sabiduría por medio de un esfuerzo consistente de reflexión. Nadie puede filosofar y disfrutar de una vida incompatible con ello. La sabiduría es el conocimiento de los primeros principios y de las primeras causas: conocemos las cosas no como un recuerdo de detalles, sino a través de principios generales.
La filosofía es una ocupación de toda la vida y hay pocos filósofos. Incluso los profesores de filosofía son raramente filósofos, puesto que enseñar filosofía y filosofar no son la misma cosa. Enseñar filosofía asegura la libertad de filosofar con el menor daño a la vida filosófica. Sin embargo, enseñar es actuar, mientras filosofar es contemplar. Por ejemplo, Bergson fue un magnífico profesor, pero lo que enseñaba no tenía nada que ver con su propia filosofía.
Si la filosofía es una ocupación de toda una vida, ¿cómo puede ser enseñada? La respuesta es que los estudiantes vienen a entender con sus propios intelectos, y son sus propios profesores. Aquino, comentando sobre Agustín, observa que los maestros, no obstante que no pueden pensar por nosotros, nos pueden hacer pensar por nosotros mismos, o, al menos, ayudarnos a ello.
Cuando preguntamos de qué manera el profesor nos va a enseñar filosofía, no estamos preocupados con los detalles de la pedagogía filosófica. Hay tantas buenas maneras de enseñar filosofía como buenos profesores de filosofía. Pero, ¿cuál es la mejor manera? Preguntado sobre esto, Descartes recomendó sorpresivamente no su propio trabajo, sino los cursos completos enseñados por los jesuitas. Hay muchos textos introductorios (como, por ejemplo, aquellos que dan una visión general de la filosofía tomista), que son valiosos como guías de los iniciados en el desconocido terreno de la filosofía (como los mapas, que son guías, pero no una completa descripción del territorio).
La mayoría de los iniciados no continuarán con la filosofía, y una explicación superficial será de valor para ellos. Sea que un estudiante continúe o no, no se puede comenzar con la obra de Aquino, puesto que él no era un iniciado escribiendo para iniciados – por eso las introducciones han sido siempre necesarias. Mas, ¿qué hacemos enseguida para aquellos que continúan? Podemos pasar a introducciones más difíciles y a libros más especializados que tratan de problemas específicos. El problema con esta aproximación es que trata a la filosofía como si fuese una ciencia (un cuerpo de conocimientos relativos a un mismo objeto, racionalmente demostrable y, por tanto, comunicable por medio de la enseñanza). Pero incluso en el caso de la ciencia, esta aproximación es apropiada sólo en tanto la ciencia está conformada por resultados previamente adquiridos. Saber de una ciencia no lo convierte a uno en científico. Similarmente, donde la filosofía comienza, las introducciones a la filosofía deben terminar. Se trata de una experiencia nueva, tan radicalmente diferente de lo anterior como ser un gran profesor de literatura inglesa es diferente de ser un Shakespeare. Lo que está en juego aquí no es meramente aprender filosofía, sino llegar a ser un filósofo.
No estoy hablando del nacimiento de un gran genio filosófico; pues no se puede ser creativo sin ser un verdadero filósofo y sí se puede ser un verdadero filósofo sin ser creativo. Las ideas de un verdadero filósofo no son puramente deductivas, pero ellas se funden en un todo orgánico animadas en sí mismas por una vida singular, siendo capaces de asimilar o rechazar el alimento espiritual que se le ofrece, de acuerdo a las leyes de su propio desarrollo interno. Pero una vez nacido, el filósofo tiene todavía que crecer, y necesita ser enseñado por un maestro y compañero durante toda su vida. Tal maestro debe ser un gran filósofo – los que son de oferta muy limitada.
La respuesta es buscar en el pasado, pues, desde el momento que tratamos de filosofía, ¿qué diferencia existe entre el pasado y el presente?. Los problemas filosóficos trascienden el tiempo. Sin embargo, muchos profesores de filosofía se oponen a la historia de la filosofía; el propósito de una educación filosófica, dicen, no es lo que la gente pensaba en el pasado, sino lo que debiéramos pensar ahora; la historia de la filosofía es el cementerio de los filósofos muertos; y enseñar la historia de la filosofía es enseñar un compendio de errores, cuyo estudio dirigirá a los estudiantes hacia el escepticismo filosófico.
Estos críticos tienen razón, en tanto la filosofía es una ciencia ya hecha, que lo es, y los escépticos no tienen nada que hacer enseñando filosofía. Sin embargo, nosotros estamos buscando un maestro que nos guíe en nuestro empeño y, porque fallamos en encontrar uno en el presente, tenemos que mirar al pasado. Encontramos al maestro en Tomás de Aquino. Pero si alguien dice ser un tomista, ¿cómo vamos a saber si realmente lo es? No es suficiente recurrir a un libro sobre Aquino, puesto que hay diferentes interpretaciones. La interpretación debe ser comparada con el texto original. Si se quiere saber si lo que Aquino dice es verdad, se debe saber primero lo que efectivamente él dice, y eso es lo que significa ser un historiador.
A comienzos del siglo XIX, las escuelas francesa debían enseñar la filosofía de Locke, pero “con todas las correcciones necesarias”. Esto no tiene ningún sentido, quienquiera sea el filósofo, puesto que su trabajo es un todo orgánico y negar cualquiera de sus partes es una negación del todo. La filosofía de Aquino estaba supuesto ser una corrección de la de Aristóteles, pero de hecho fue una nueva filosofía. La diferencia entre un libro de texto o curso de lecturas y un tratado filosófico es que este último tiene la unidad orgánica que distingue la auténtica reflexión filosófica. La única manera de probar esto es por medio de la experiencia personal, esto es, una vida dedicada al contacto personal e íntimo con los grandes filósofos.
¿Qué somos, los profesores de filosofía, sino estudiantes más viejos que nuestros propios estudiantes? No podemos ser sus maestros, puesto que no somos maestros. Cuando nuestro trabajo con ellos se haya completado, llevémoslos directamente ante aquel que es nuestro maestro. Enseñémosle, por tanto, a aprender con él, bajo él, y no con nosotros y bajo nosotros. De verdad, todavía podemos ayudarlos, pero no como antes. Nuestra nueva tarea es enseñarles a aprender de uno más grande que nosotros, a leer a Tomás de Aquino, a asimilar su pensamiento, a pensar con él como lo hace un verdadero filósofo...
La meta final de la educación filosófica no es enseñar filosofía, sino formar filósofos hechos y derechos, y es por esto que la historia de la filosofía es un componente esencial. La historia de la filosofía no puede ser el cementerio de los filósofos muertos, porque no hay muerte en filosofía. La fuente del escepticismo no es la historia de la filosofía, sino la ilusión de que las introducciones a la filosofía pueden contener sabiduría.
Es un error pensar de la filosofía como un existente independiente de la mente de los filósofos; de manera que no puede ser capturada en un libro sobre ‘filosofía pura y simple’, independientemente de las filosofías de los individuos. Lo que hace universal a la filosofía es el hecho que todos tenemos idénticos intelectos que son el corazón de nuestra personalidad. Podemos ver las mismas verdades, en el entendido que usamos propiamente el intelecto. La Verdad no es una nube perenne flotando a través de las edades en una cierta estratosfera metafísica.
En el momento mismo que abandonamos el espejismo de una filosofía autosubsistente, nos encontramos rodeados de la amistosa compañía de los filósofos. Aristóteles fue el maestro de Aquino, y su trabajo fue historia de la filosofía. Pero, si nos preguntasen hoy día: ¿Quién es ‘el’Filósofo?, entusiastamente responderíamos: Tomás de Aquino.
María Mauri

No tengas miedo a filosofar

Cuantas veces pensamos que filosofar es de locos, pero sin que te des cuenta sin esos "locos" la vida que tu vives no seria la misma. No tengas miedo a filosofar, anímate a ir mas allá de lo que imaginaste, piensa en todas la cosas bellas que te rodean y comienza a preguntar.
Retrocede el tiempo atrás, vuelve a tu niñez donde no parabas de preguntar un por qué, retoma ese deseo de saber. 

No tengas miedo a filosofar, no tengas miedo a buscar mas. 

Clara Campero

lunes, 2 de mayo de 2011

  • * Tan importante como dar un paso adelante en la vida, a veces es dar un paso atrás (Julio Llamazares) 
  • * El saber es la parte principal de la felicidad (Sócrates) 
  • * La duda es el principio de la sabiduría (Aristóteles) 

                                        maca (: